Florecer es ir a tomar tu vida. 

Y para eso tenés que encontrar tu lugar en vos, saber quien sos, encontrar el orden en tu familia desde la mirada sistémica y tomar tu vida desde vos, ya no desde lo heredado ni impuesto. Es bien importante comprender la propia historia porque ahí comenzás a sanar.

El proceso es cíclico y representa un cambio constante en el que integramos quiénes somos, qué traes, quien quieres ser, para pararte desde una mirada más responsable e integradora. Para desarrollar tus dones y talentos, para convertirte en quien viniste a ser. Idas para atrás y adelante en el proceso, reconociendo heridas de nuestra infancia, herencias de nuestros ancestros y mucho trabajo personal para dejar de ser víctima y con tus dones y obtener cambios en vos y tu sistema y asi resultados.