Las heridas de la infancia son heridas que nosotras percibimos proveniente de nuestra madre y padres en el momento de nuestra gestación y viene también de más atrás en el mismo árbol genealógico. 

Las heridas que reconoce la psicología son 5. Alguna predomina en cada una de nosotras, y se van activando a lo largo de la vida. Si te observas, podés empezar a poner tus recursos para dejar de sentir esa herida, ya sea abandono y traición, rechazo, humillación, injusticia, abuso se activan.

Pensá, qué beneficio encontrás hasta ahora al tener activa esa herida?.

Las heridas no se pueden eliminar porque eso significa rechazarlas, solo podemos aceptarlas y así dejar de usar las máscaras que creamos para evitar sufrir.

Cuando vivís la vida desde el corazón, las heridas duelen cada vez menos, al punto de poder observar las mismas situaciones y personas desde otro lugar más simple.

Las heridas de la infancia se pueden sanar para volver a ser una misma.