Cada cumpleaños cambia mi energía, salgo del frío del invierno y me invade la alegría y un estado de liviandad que me lleva a este renacer.

Me regalé una tirada de Tarot Evolutivo y me salió la Rueda de la Fortuna, el Loco y el Sol. 

Esto marca un año de movimiento positivo si me permito vivir la energía transformadora. Es cambio y destino, es ponerme en marcha para fluir en las oportunidades que trae el nuevo inicio tras las enseñanzas del año que dejo atrás. Siempre gira, siempre avanza entre oportunidades.

La Rueda de la Fortuna cierra un ciclo del pasado y con la fuerza impulsada desde el centro pondrá en movimiento el futuro. Todo lo que empieza acaba y todo lo que acaba empieza. De una mutación a otra me invita a sumarme a la dinámica de la rueda que permite el cambio. Se trata de lograr un equilibrio para obtener esa fuerza de avance al futuro. El cambio se produce desde el centro de la rueda que se elija para lograr el futuro cuántico para ascender confiando en la vida. 

Invita a repensar situaciones cíclicas orientandonos al cambio y aceptación de la constante mutación de lo real. 

Y esto se me pide desde la liviandad que vengo experimentando hace un tiempo, y siendo yo porque salió antes la carta del Loco que aporta energía ilimitada, es locura, desorden y caos y libertad. 

El Sol representa la construcción de la nueva vida, de un nuevo comienzo irradiando desde el corazón. Para mi sería nuevo irradiar la mente masculina desde la feminidad: el hacer suavizado. Me renuevo dando calor a todos desde el amor, cíclicamente. Brillando radiante desde mi fuerza vital.